Son tantas las veces que te he necesitado, y en cada una de ellas estabas ahí, por eso hoy, aunque ya no estás físicamente con nosotros, te llevamos siempre en nuestro corazón. Gracias por todo lo que nos has dado, por tu amor, por estar ahí siempre que te necesitábamos, te llevamos en nuestro corazón para siempre.

No están más, pero en nuestro corazón sus huellas son imborrables, aquí estamos, con el dolor de su ausencia, recordándolas con cariño. Cuando te marchaste nos dejaste un dolor que nadie podrá jamás curar, aunque el tiempo pasa, el recuerdo de tu amor eterno y nuestro cariño para siempre permanecerán en nuestro corazón.

 

Madres que ya no están aquí, no hay palabras que puedan describir el profundo vacío que siento en mi corazón cuando pienso en el amor incondicional que nos brindaron durante toda nuestra vida. Aunque nunca las podré ver, sé que están en un lugar mejor y que me cuidan desde allí, les agradezco por todo lo que hicieron por mí, y les prometo que nunca los voy a olvidar.

Aunque ya no estén físicamente con nosotros, sus recuerdos y enseñanzas siguen vivos en nuestro corazón. Aunque ya no estés físicamente aquí, en nuestro corazón siempre estarás, nos has dejado un gran vacío que nunca podremos llenar.

 

Poemas para las madres que ya no están con nosotros.

 

Que seas feliz y que tu estancia allí sea eterna, aunque aquí en la tierra te echo de menos, aunque nunca podré olvidarte, porque eres la mejor madre del mundo. Mi madre, esa persona que nunca se cansa de escucharme, la que me aconseja y me da ánimos cuando lo necesito la que me representa el amor incondicional.

Desde que se fue, me doy cuenta de la enorme ausencia que dejó en mi vida, aunque la quiero con todo mi corazón, nunca voy a poder olvidarla. Donde estarás ahora, que lejos te encuentras de nosotros, te extraño tanto, que me duele el alma.

 

No están, pero estarán para siempre en nuestro corazón, son las madres que nos dieron la vida, que nos enseñaron a ser fuertes. Aunque ya no estén físicamente con nosotros, sus palabras y su amor siguen aquí, gracias por todo, queridas madres que ya no están con nosotros.

Mamá, sé que fue tu decisión alejarte, pero te prometo que voy a seguir tu camino y aunque no estés aquí físicamente, te llevaré en mi corazón. Su sonrisa nos llena de esperanza, aunque ya no está físicamente con nosotros, siempre estará en nuestro corazón.

 

Momentos de alegría, también de dolor, pero siempre presentes, son las madres que nos dan la vida, las que nos enseñan a ser fuertes, las que nos dan el cariño incondicional. En vuestras vidas nos habéis enseñado lo mejor y en nuestros corazones os llevamos siempre, aunque ya no estéis físicamente con nosotros, sabemos que estáis siempre cerca.

Yo no sabía lo valiosa que eras, hasta que te fuiste y me dejaste aquí solo, sin ti, la vida no tiene sentido. Te extraño tanto, madre querida, te fuiste demasiado pronto, y nos dejaste un gran vacío, pero sabemos que estás en un mejor lugar y que nos cuidas desde allí.

 

Te fuiste muy pronto, sin decirnos adiós solo nos dejaste un corazón roto y un vacío en el alma, pero, aunque nunca te podamos ver, sabemos que estas en el cielo, besándonos y cuidándonos desde el día que nacimos. Las extrañamos mucho, pero sabemos que están en un lugar mejor, gracias por todo lo que hicieron por nosotros, y gracias por ser nuestras madres.

Ahora están en un lugar mejor y desde allá nos cuidan con el mismo amor incondicional con el que nos cuidaron aquí. Para ti, madre, que en la noche me cubriste con el calor de tu cuerpo, para ti que me diste tus besos y nunca me negaste nada, para ti, que estuviste siempre a mi lado en los momentos buenos y en los malos.