Las Madres en Cristo son bendecidas, guiadas, amadas y protegidas, siempre están en nuestros pensamiento y corazón.
Madre, eres la flor que ilumina nuestro hogar con tu dulzura y ternura, eres la rosa que perfuma nuestras vidas con tu amor.
Una madre es una persona que ve la vida a través de los ojos de sus hijos, toda madre es un ángel que cuida nuestro hogar, gracias por ser ese ángel enviado por Dios.
Mamá, eres una guerrera de Dios, una inspiración y un modelo a seguir, el soporte emocional más importante en la familia.
Sin nuestras madres, la vida no sería tan hermosa, por todo lo que hacen por nosotros, hoy queremos decirles: ¡gracias, mamá!
Eres una roca inamovible en medio de la tormenta, en este día tan especial quiero decirte cuánto te quiero y lo importante que eres en mi vida.
Toda la vida eres madre, porque Dios te eligió para serlo, desde el momento en que naciste, a través de todos tus cuidados, por el amor que has derramado, eres una madre especial.
Las madres tienen el poder mágico de transformar el amor en leche, la ternura en cariño y la compasión en un corazón lleno de afecto.
Las madres son una bendición para nuestras vidas, al cumplir años, una madre agradece las tantas maravillas que Dios le ha permitido vivir a través de los hijos.
La mejor manera de agradecer a una madre, es ser un hijo ejemplar, eres una madre excepcional, llena de amor y dedicación, le agradezco a Dios por traerme a tu vida.
Las madres cristianas son una bendición para la Iglesia y la sociedad, sus hijos son el fruto de su amor y dedicación.
Las madres cristianas son una fuente de sabiduría y consuelo, sus hijos están protegidos por el poder del Espíritu Santo.
Las madres cristianas son una inspiración para todos, sus hijos son un testimonio vivo de la gracia de Dios.
Ama a tu madre, pues la ha amado Dios con un amor eterno, cada vez que ames a tu madre, estarás amando al mismo Dios.
Gracias, madre, por darnos la vida y por enseñarnos el significado del amor puro y verdadero.
Tú eres un tesoro invalorable que Dios me ha dado, agradezco a Dios todos los días por tener una madre tan maravillosa.
Eres un ángel en mi vida y me has enseñado el verdadero significado del amor, gracias, madre, por estar siempre a mi lado, por ser mi apoyo en las buenas y en las malas.
Eres una madre increíble y nunca podré pagar lo mucho que me has ayudado a ser quien soy hoy.
Tus palabras de aliento y tu amor me han ayudado a alcanzar mis metas, eres una inspiración para mí, madre.
Tu fortaleza y tu capacidad de amar me han enseñado a ser una mejor persona, gracias por estar en mi caminar.
Mamá, eres una heroína, incluso en los momentos en que no nos damos cuenta, gracias por ser el mejor regalo que pude obtener.
Gracias, madre, por haberme dado la vida, porque a través de ti, descubrí el amor puro y verdadero, el significado de la entrega y el poder de la esperanza.
Eres una mujer extraordinaria que nos enseña a soñar, a creer en nosotros mismos y a amar sin condiciones.
Gracias, madre, por guiarme en el camino de la vida, tu llama interior me ha enseñado el valor de la perseverancia y la importancia de seguir a pesar de las dificultades.
Hoy, yo también te guiaré en tus momentos de duda y ayudarte a encontrar la luz que siempre está brillando en tu corazón.
Madre, eres la roca en la que me apoyo cuando todo amenaza con caer, tu presencia me da seguridad en medio de la soledad.