Nunca fue suerte, siempre fue Dios es una frase que nos enseña que todo lo que recibimos en nuestra vida es debido a la intervención de Dios.

Siempre fue Dios, ni la suerte ni la casualidad existen en el universo, todo tiene un propósito y una razón de ser.

Si algo nos sucede por suerte, es porque Dios está de nuestro lado.

Aunque a veces el camino que elegimos parezca traicionarnos, en el fondo sabemos que Dios siempre está con nosotros.

Todo lo que recibimos en la vida es porque Dios lo quiere para nosotros, por eso nunca llamemos a la suerte, sino a la voluntad de Dios.

Siempre ha sido Dios el que me ha guiado en mi vida, yo nunca he tenido suerte, siempre he estado guiado por Dios.

 

Frases nunca fue suerte siempre fue Dios.

 

Hay cosas buenas que nos pasan no son casualidades, es la mano de Dios que está actuando en nuestras vidas.

Siempre fue la providencia de Dios, nunca fue una mera casualidad.

Si las cosas buenas pasan, es porque Dios está actuando.

Si las cosas malas pasan, es porque Dios está permitiendo que sucedan para nuestro bien.

Las bendiciones de Dios no se deben a la casualidad, sino a su misericordia.

Las cosas buenas que me pasan son fruto de mi esfuerzo, pero también de la ayuda divina.

Dios está en control de todo, y nos ha bendecido con una vida llena de oportunidades.

La buena suerte es un regalo que Dios nos da, y debemos agradecerle por ella cada día.

Mi suerte nunca fue buena, era Dios guiándome, nunca creí en la suerte, solamente en Dios.

Siempre tuve la certeza de que Dios estaba conmigo, incluso en los momentos en que la suerte no estaba a mi favor.

Mi fe en Dios me mantuvo fuerte a pesar de las dificultades, la suerte no tiene nada que ver con el éxito, es solo una cuestión de trabajar duro y seguir a Dios.

Las cosas no pasan por accidente, detrás de todo lo que sucede hay un plan divino.

No hay nada más gratificante en la vida que agradecerle a Dios por todo lo que nos ha concedido y si tuviste éxito en algo, nunca fue por pura suerte.

Siempre estuvo Dios de tu lado, guiándote y protegiéndote, por eso, agradécele todos los días por todo lo que te ha dado.

La suerte no existe, solo Dios tiene el control de nuestras vidas.

Si las cosas salen bien, es porque Él quiso que así sea; y si las cosas no salen como esperábamos, es porque hay algo mejor preparado para nosotros.

Cuando las cosas van mal, recuerda que Dios está contigo, siempre pensaré que nunca fue suerte, siempre fue Dios.

Las cosas buenas nunca fueron accidentales, fueron provocadas por alguien que nos quiere bien.

Nunca fue suerte, siempre fue Dios guiándote, todo lo que nos sucede tiene un propósito, incluso las cosas malas.

Las cosas buenas no son por accidente, siempre hay un ser superior que nos ayuda a conseguirlas.

Nunca fue suerte, siempre fue Dios, Él tiene el control de todo y nos protege a todos los que le amamos.

Las cosas buenas que nos pasan son gracias a Dios, y las malas también, porque así nos enseña a ser agradecidos.

Si algo bueno nos sucede, nunca lo atribuyamos a la suerte, sino a Dios, que nos ama y quiere lo mejor para nosotros.

Las cosas buenas que nos pasan son porque Dios nos ama y quiere lo mejor para nosotros, si buscamos a Dios con todo nuestro corazón, Él nos guiará por el camino correcto.

Nunca fue suerte, siempre fue Dios, no debemos rendirnos ante las dificultades y menos cuando estas nos parecen insuperables.

Las personas que dicen que la suerte existe, nunca han tenido problemas en sus vidas.