Mientras te encuentras estudiando en preescolar debes tratar y respetar a tus compañeros de forma amable y sin discriminación alguna, recuérdalo por sobre todas las cosas.

Todos los niños que forman parte de tu clase, no son seres inferiores ni superiores a ti, son personas iguales a ti, los cuales simplemente merecen un trato digno al igual que tu.

Recuerda que todos tus compañeros de clase tienen los mismos derechos que tú, en la igualdad se encuentra la base para una sana convivencia, eso es lo que queremos.

Niños y niñas forman parte importante en el proceso educativo, todos tienen los mismos derechos a la hora de querer aprender y en especial compartir en un salón de clase, no deben ser discriminados por pensar o actuar diferentes a ti, aceptarlo es la clave de una buena convivencia.

Si te encuentras compartiendo en tu salón de preescolar debes recordar que todos los seres humanos ante Dios somos iguales, inteligentes y capaz de vivir en un mundo en que la igualdad debe prevalecer.

 

Top Frases de igualdad para niños de preescolar.

 

En el salón de clases no existe personas superiores a otras, es decir no hay jefes, todos y todas deben trabajar de manera cooperativa para conseguir un fin común.

Realizar un trabajo en compañía de tus compañeros es mucho más fácil de lo que piensas, solo debes colocar todo tu empeño y estar consciente de que en este mundo todos somos iguales y por ende con los mismos derechos.

Todos los niños del mundo y en especial los que conforman un salón de clases tienen derecho a compartir un espacio educativo basado en sólidos valores de respeto, igualdad y solidaridad.

No debes ser capaz en ningún momento de tu vida, de discriminar a ninguno de tus compañeros por motivos de raza, sexo, color o religión, todos tienen los mismos derechos de recibir una educación justa basada en la cooperación e igualdad.

Todos los niños tienen la obligación de comprometerse a valorar y respetar a sus compañeros y así de manera reciproca hacerse respetar como ser humano, sin riesgo a sentirse marginado.

Que tu ejemplo sea la bandera en contra de la discriminación tanto en tu hogar como en la escuela, eso te permitirá ser una persona integral.

Procura entender que tus compañeros son seres humanos que sienten y padecen al igual que tu, ellos lloran, ríen y les duele cualquier discriminación que se les haga, por lo tanto respétales y aprende a no juzgarlos.

No olvides nunca que la amistad es un valor que debe ser cultivado, dejando de lado todo acto discriminatorio y desigualdad, debemos ser capaz de aprender a convivir en plena armonía con nuestro semejantes.

Un amigo es aquella persona que a pesar de las diferencias ha sido capaz de amarnos en cualquier circunstancia.

La vida no se trata de un mejor que yo o mejor que tu, es un momento en el que somos todos iguales, que podemos compartir, soñar y jugar sin limitación alguna.

Debes estar completamente convencido que la escuela no es solamente un espacio para aprender, en ella tambien se vale ejercer los principios de igualdad, fraternidad y la cooperación.

Vivimos en un momento en que las apariencias se anteponen frente a los sentimientos, es por ello que debes mostrarte como eres y aceptarte y aceptar a tu prójimo como sea, respetando siempre sus opiniones y sentimientos.

Todos los niños deben necesariamente estar comprometidos a realizar el bien común, eso implica saber vivir en comunidad, respetando el derecho ajeno y las opiniones que puedan tener las demás personas, aunque no lleguemos a pensar igual.

La paz es un momento en que todos deberíamos trabajar, eso implica saber vivir y compartir en armonía incluso en un salón de clases, ¡lucha por eso en todo momento¡

Aparta de tu vida mi niño todas las cosas negativas que pueden hacerte daño y hacerle daño a tus compañeros, recuerda que queremos verte completamente feliz viviendo en un entorno libre de prejuicios y discriminaciones.

Recuerda que antes los ojos de Dios somos una bella creación y por ello, debes por sobre todas las cosas, respetar sus designios, la convivencia sana, sin discriminación alguna y amando a nuestro semejante como a nosotros mismos.