Te escribo esta carta para decirte que aún te quiero y que nunca te olvidaré, a pesar de que estas en el cielo, yo siento tu presencia aquí en la tierra. Siento que hay un gran vacío en mi corazón, todo parece gris y triste sin ti aún pienso en ti todos los días.
Recuerdo nuestros momentos juntos y me sonrío, aunque nuestro tiempo juntos fue corto, fue muy intenso y cálido. Sé que estás en el cielo y que desde allí nos miras con cariño, pero aun así me gustaría poder abrazarte una vez más.
Ya estás en el cielo y eso me llena de alegría, espero que estés disfrutando mucho de tu nueva morada sé que junto a Dios estarás siempre a mi lado. Aquí en la Tierra todo está tan loco, todo el mundo parece estar luchando por algo y nunca hay un momento de paz y siento que he perdido el norte y no sé qué hacer.
Te recuerdo con mucho cariño, aquellos momentos que pasamos juntos, fueron tantos y tan hermosos, que no cabe en mi corazón el pensar que ya no podremos volver a vernos. No hay momento del día en el que no piense en ti, y espero que tú también pienses en mí de vez en cuando.
Espero que estés bien allá en el cielo y que nosotros podamos estar juntos pronto, aquí en la tierra todos te echamos de menos y te sentimos muy lejos, tu ausencia nos hace mucha falta, pero sabemos que estás ahí, mirándonos y protegiéndonos. Quisiera que estuvieras aquí conmigo, para poder abrazarte y decirte cuanto te quiero, sé que estás ahí, vigilante y protegiéndome, pero aun así me cuesta mucho aceptar que no estás físicamente a mi lado.
En este día especial, queremos enviarte nuestro amor y cariño, esperamos que podamos verte pronto y darte un abrazo fuerte. Quiero que sepas que tu ausencia me está matando, la vida sin ti es una tortura, cada día es un infierno en el que no puedo dejar de pensar en ti.
Todo me recuerda a ti y no puedo evitar llorar cuando pienso en nuestro futuro juntos, te echo de menos demasiado, sé que estás en el cielo, pero eso no hace que me duela menos. Pero nunca perderé la esperanza de volver a verte, de poder sentir tu calor, tu sonrisa y tus abrazos.
Sabes, a veces me siento sola sin ti y extraño tu compañía, pero entonces recuerdo que eres un ángel y que estás siempre a mi lado que siempre me protegerás y cuidarás de mí. Sé que estás en el cielo y que estás feliz, pero, aun así, me gustaría poder verte personalmente una vez más.
Nunca olvidaré tus palabras de ánimo y tu incansable apoyo, sabes que siempre estaré dispuesta a ayudarte en lo que necesites. Te he fallado demasiado a lo largo de nuestra relación y eso me pesa enormemente, sé que tú siempre fuiste una persona muy buena para mí y que nunca me fallaste, pero, aun así, no merezco todo lo que me diste.
Te quiero y lamento enormemente todo lo que hice mal, espero que algún día nos podamos volver a ver en el cielo y podamos disculparnos cara a cara. Sé que estarás feliz allá arriba, junto a Dios, pero aquí abajo te echamos muchísimo de menos, cada día es una lucha constante sin ti, por ahora, solo puedo pensar en ti y rezar para que estés bien.
A veces me cuesta creer que estés en el cielo y que no puedo verte ni tocarte, pero sé que estás ahí, en algún rincón del cielo, esperándome. Cada día que pasa sin verte se hace más duro, desde que te fuiste alegremente al cielo, mi vida ha sido un infierno.
Desde que te fuiste no hay un solo día en el que no piense en ti. Siento que eres la luz que me guía en este camino oscuro y solitario, aunque nunca podré verte de nuevo, sé que estás ahí, protegiéndome y cuidándome.