Tu muerte ha dejado un gran vacío en nuestras vidas que nunca se podrá llenar. Nunca olvidaremos todos los maravillosos momentos que compartimos contigo. Fuiste una persona tan maravillosa, amable y cariñosa, y te extrañaré mucho. Sé que ahora estás en un lugar mejor y espero unirme a ti algún día.

Fuiste una madre tan amable, cariñosa y amorosa y sé que tuve mucha suerte de tenerte como mi madre. Eras tan maravillosa y tenías tanto para dar, aprendí mucho de ti y no me arrepiento de estar los últimos días de tu vida contigo. Era una mujer increíble y la extrañaré profundamente.

 

Sepan que estoy agradecido por todo el amor y el apoyo que me han mostrado en este momento difícil. Te arrebataron demasiado pronto y todos estamos luchando para arreglárnoslas sin ti. Sé que estás en un lugar mejor y me alegro de que ya no sientas dolor, pero aún no puedo evitar sentirme desconsolado.

Hoy es un día muy triste para mí, ya que te fuiste y me dejaste sola, aún me duele mucho tu ausencia. Hoy es tu cumpleaños y esperaba poder estar junto a ti para festejarlo, pero no puedo permitir que estés en este mundo tortuoso.

 

Carta para mi madre fallecida para llorar.

 

Aun vives en mi corazón, aunque ya no estés aquí en la tierra. Te extraño mucho y desearía poder tener una conversación más contigo. Siempre recordaré los maravillosos momentos que compartimos juntos y sé que algún día volveremos a estar juntos. Te prometo que cuidare de toda la familia y de mis hermanos.

Cuánto me hubiera gustado tenerte a mi lado en estos momentos en que me encuentro tan solo, espero que desde el cielo estés viendo cómo yo intento llevar adelante nuestra familia y cumplir con todos tus sueños para nosotros. Hace mucho tiempo que te fuiste y aún sigo llorando tu ausencia, sé que estás en un mejor lugar, pero aun así eres parte de mi vida y me cuesta mucho aceptar que ya no estás conmigo.

 

No hay día en el que no recuerde todos los momentos en los que estuvimos juntas, tampoco hay día en el que no me arrepienta de no haberte dicho cuánto te quiero. Recuerdo cuando estaba en tus brazos acurrucada, con tus dulces abrazos y maravillosos besos. Gracias por todos esos hermosos momentos, estoy tranquila sabiendo que fui una excelente hija, seguiré mi camino, pero nunca me olvidare de ti.

Sé que ahora estás en un lugar mejor y que ya no tienes dolor. Nunca olvidaré todas las cosas que hicimos juntos. Pensamos en ti todos los días y todos deseamos poder tenerte de vuelta. Su pérdida ha dejado un gran vacío en nuestras vidas que nunca se podrá llenar.

 

Fuiste una madre tan amable, cariñosa y amorosa y sé que tuve mucha suerte de tenerte como mi madre. Sé que ahora estás en un lugar mejor y libre de todo el dolor y sufrimiento que soportaste en esta vida.

Siempre amaré y apreciaré los recuerdos que compartimos juntos y sé que nos reuniremos nuevamente algún día. Pienso en ti todo el tiempo y desearía poder tener una conversación más contigo. Sé que ahora estás en un lugar mejor, pero todavía no puedo evitar sentirme triste sin ti aquí.

 

Se siente como si una gran parte de mí también se hubiera ido, nunca olvidaré todos los buenos momentos que pasamos juntos, risas, llantos y tantas emociones. Han pasado muchos años desde que estuviste con nosotros, pero tu pérdida todavía se siente fresca.

Las palabras no pueden describir cuánto te extrañamos y cuánto deseamos que hubieras estado aquí para vernos crecer y experimentar todas las cosas maravillosas que la vida tiene para ofrecer.

 

Eras tan maravillosa y tenias tanto para dar, aprendí mucho de ti y no me arrepiento de estar los últimos días de tu vida contigo.

Sé que ya no estás aquí con nosotros, pero quiero que sepas que te echo mucho de menos. Sé que ya no podremos charlar como solíamos hacerlo, ni reír hasta no poder más, ni abrazarnos cuando estemos tristes. Pero quiero que sepas que sigues presente en mi corazón y en el de todos tus nietos.