Quedas y serás siempre nuestro héroe, papá, te admiramos mucho, larga vida a tu memoria, siempre serás nuestro orgullo.

No hay palabras que puedan describir lo que siento al no tener a mi padre a mi lado, sé que está en un mejor sitio, pero aun así me tortura su ausencia.

Espero que este día le haga sentir especial y que esté disfrutando de una felicidad increíble, papá, te quiero mucho y siempre te voy a querer.

Lo único que nos queda son nuestros recuerdos, y nuestro amor por ti perseverara por siempre, agradecido por todos los tiempos que compartimos juntos.

Nunca podremos olvidarte, tu ausencia nos duele mucho, pero sabemos que estás en un sitio mejor, esperamos verte pronto en el cielo, te recordaremos siempre con mucho amor.

 

Felicidades a mi padre fallecido.

 

Esperamos que hayas encontrado la felicidad en el otro mundo, te deseamos toda la alegría de la creación y estamos muy agradados por todas las enseñanzas que nos diste.

Siempre te queremos y nunca te olvidaremos, siempre le conmemoraremos con mucho cariño y agradecimiento por todo lo que nos ha instruido, que en el cielo descanse en paz.

Aunque a veces no lo pudimos demostrar, gracias por enseñarme el valor de la constancia, la fuerza, el amor y el sentido del humor, te recordaremos.

Gracias por defenderme enteramente, por amarme tal como soy y por mostrarme el camino en la vida, te quiero y te extraño muchísimo.

Te quiero y te echo mucho de menos, sé que estás en un sitio más cómodo y que estarás feliz, te deseo lo bueno en el cielo, espero que puedas verme desde allí.

Eres una de las personas más esenciales en mi vida, siempre exististe ahí para mí, siempre me auxiliaste y me ayudaste a ser la persona que soy hoy en día.

Eres y quedaras siempre el mejor padre, ahora que ya no estás físicamente aquí conmigo, sé que estás en un sitio muy hermoso protegiéndome y cuidándome.

Gracias por todo lo que me instruido, por todo el amor que me diste y por todas las etapas inolvidables que pasamos juntos, te echo de menos mucho.

Hasta entonces, te quiero muchísimo, las gracias de todo corazón para ti, querido padre fallecido, has sido y eres un gran padre, que me ha instruido muchas cosas en la vida.

Gracias por todos los momentos felices que nos has hecho pasar, te echamos de menos enormemente, que Dios lo elogie y lo cuide siempre.

Mi papá fue una persona increíble, que se esforzó por ser lo mejor para nosotros sus hijos, siempre nos enseñó el valor de la familia, el trabajo duro, siempre te conmemoraremos.

Aunque ya no está físicamente con nosotros, su espíritu y enseñanzas siguen guiándonos, le queremos y lo extrañamos mucho, pero estamos felices de saber que está en un sitio mejor.

Murió demasiado joven, pero él tiene un sitio hermoso en mi corazón que nunca se irá, deseo que él esté en paz y que disfrute de un gran viaje en el cielo.

Mi padre falleció el año pasado y aunque no lo puedo ver ni tocar, sé que está en un lugar mejor, aunque me resulta muy doloroso, estoy feliz de saber que no sufrió.

Fueron muchos años juntos y ahora que estás lejos me doy cuenta de que eras una gran persona, espero que puedas estar feliz en el cielo.

Por todos tus éxitos, por ser un ejemplo a perseguir y porque siempre estarás en nuestras mentes, muchas felicidades en el cielo.

Después de tu muerte, todavía me siento incapaz de asimilarlo, siempre fuiste una parte esencial de mi vida y ahora tu ausencia es muy palpable.

Aún recuerdo con cariño todas las veces que me has instruido a ser fuerte, a no rendirme nunca, tu ejemplo seguirá guiándome en el futuro.

Mi padre se fue hace mucho tiempo y yo todavía no he podido superarlo, lo echo mucho de menos, espero que este en el paraíso disfrutando de la vida eternamente.